Xan López Domínguez y “Los sueños de la jirafa”: “Ahora siento una seguridad enorme, sé que tarde o temprano saldrá lo que quiero. Y por fin me divierto”

Xan López Domínguez y “Los sueños de la jirafa”: “Ahora siento una seguridad enorme, sé que tarde o temprano saldrá lo que quiero. Y por fin me divierto”

La pequeña jirafa es aún muy bajita, y apenas alcanza a ver por encima de la hierba. Su mamá, que es muy alta, le cuenta cómo son los animales de la sabana que no puede ver, y ella se imagina como quiere los grandes búfalos como nubes negras con cuernos, los elefantes grandes como montañas, los cocodrilos que son como troncos…

Y cuando se esfuerza por estirar el cuello y ver cómo es de verdad, su madre le dice que tenga paciencia; necesita disfrutar de los maravillosos sueños de su hija, que le hacen recordar su propia infancia. Así nos presenta la editorial Edelvives “Los sueños de la jirafa”, un precioso álbum ilustrado de Xan López Domínguez, con quien hemos hablado para conocer un poquito más sobre este maravilloso libro.

“Hace años hice varias viñetas para un cartel con escenas sobre la relación entre el mundo de los niños y el de los adultos. En una de esas viñetas dibujé a una pequeña jirafa, que apenas asomaba su cabeza, mirando a su mamá, a la que sólo se le veía su largo cuello. A partir de esa escena decidí escribir una historia sobre cómo una hija y su madre descubren el mundo entre ensoñaciones y recuerdos. Tardé más de diez años en desarrollar la idea, cuatro en resolverla, uno en escribirla y apenas dos meses en ilustrarla”, nos cuenta Xan.

“Es una historia sencilla -continúa-. La pequeña jirafa es tan pequeña que la hierba le impide ver a los animales de la sabana. Su madre, una gran jirafa, le cuenta cómo son esos animales y la pequeña jirafa se los imagina a partir de los pocos referentes que ella tiene: los pájaros, las nubes, las mariposas, los murciélagos…”

¿Corremos el riesgo de perder la imaginación cuando nos hacemos “mayores”? “Muy pocos adultos dibujan y sin embargo todos los niños lo hacen. La imaginación de los adultos tiende a estar aletargada bajo montañas de prejuicios. Así que por higiene y desperezo, un par de veces al día deberíamos sacar de paseo a la imaginación como sacamos de paseo a nuestros perritos”.

¿Cómo dirías que son las ilustraciones? ¿Qué tienen de característico? “En este libro utilicé un colorido intenso, con unas figuras rotundas y unos fondos muy “vaporosos”. El encuadre de casi todas las escenas está situado a ras de suelo para que, de algún modo, percibamos lo que ve la pequeña jirafa. En estos encuadres quise desarrollar algo que llevo dándole vueltas desde hace tiempo: el cruce muy marcado de un elemento horizontal con otro vertical. Algo semejante a la vía de tren y la casa de Hooper o el motel y la casona de Hitchcock. En este caso, salvando las distancias, lo horizontal sería la sabana y lo vertical las jirafas”.

¿Están en la línea de las ilustraciones de otros trabajos tuyos? “Mis últimos libros los ilustré utilizando líneas y entramados. Sin embargo tanto “La gallina Churra” como “Los sueños de la jirafa” son unos trabajos mucho más pictóricos que los anteriores. Me pareció muy divertido integrar cielos, nubes y paisajes en un espacio casi infinito. Y para representar un espacio infinito a veces la línea es un poco limitada”.

“Mis historias perdidas”

¿Con qué técnica están hechas? ¿Es con la que te encuentras más cómodo? “Dibujo sobre papel, lo escaneo y luego lo “trabajo” con el ordenador. Es como hacer una película con sus decorados, personajes, iluminaciones y hasta con sus extras. El proceso resulta a veces algo lento y laborioso. Antes de hacer los dibujos de base, aboceto mucho, porque tengo que fijar la escena en mi cabeza. Luego, durante el proceso de coloreado y composición, vienen las sorpresas; siempre gratas. Cuando empecé en la ilustración, mis limitaciones eran enormes. Cada osadía estaba llena de riesgos, las modificaciones eran mínimas y antes de hacerlas las pensaba y repensaba, ya que en caso de que no funcionaran tendría que repetir el dibujo desde el principio. Ahora siento una seguridad enorme, sé que tarde o temprano saldrá lo que quiero. Y por fin me divierto”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? “Los escritores y los ilustradores nos podemos llevar muy bien en la calle, pero cuando compartimos oficio solemos respetarnos más que querernos. Xan escritor y Xan ilustrador no son fáciles de controlar. Se están reafirmando constantemente y a veces tiene que aparecer un tercer Xan para poner orden. Xan escritor ha sido muy lento en la construcción del texto, sin embargo Xan ilustrador lo resolvió a nivel visual sin grandes dificultades, porque Xan, el que pone orden, sabe que uno tiene más oficio que el otro; y al más torpe hay que darle tiempo. En todo este trabajo me he sentido con una libertad absoluta. Una vez fijado el formato del libro no hubo ni una línea, ni una forma que se hubiera modificado por parte del editor. Para bien o para mal es un libro absolutamente personal”.

“Palabras saltimbanquis”

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Hace apenas un mes terminé de escribir e ilustrar un libro sobre las aventuras cotidianas de mis dos perros Trucho y Didí. Ahora estoy ilustrando un álbum, también escrito por mí, que se titula “Las aventuras de la bruja Fritanga”. En este trabajo vuelvo a la línea y a los entramados. Estoy convencido de que va a gustar mucho. Y no lo digo sólo por la laboriosidad de sus ilustraciones y por la historia que se cuenta, sino porque con él, me estoy “divirtiendo” como nunca”.

Comments are closed.