Una mañana en Vilustrado: del proyecto de Planeta Tangerina a las 40 paradojas visuales de Pablo Auladell, pasando por el debate sobre lo que hay más allá de la mesa de dibujo

Una mañana en Vilustrado: del proyecto de Planeta Tangerina a las 40 paradojas visuales de Pablo Auladell, pasando por el debate sobre lo que hay más allá de la mesa de dibujo

La ilustración se pone en el centro de la mesa y a su alrededor nos sentamos una serie de personas que tenemos o queremos decir algo sobre ella. Hablamos de una nueva cita que está teniendo lugar estos días (11, 12 y 13 de junio) en Valladolid. Se trata de Vilustrado, un encuentro para conocer y compartir en torno a la ilustración.

En la jornada del viernes hemos escuchado frases y opiniones muy diversas en torno a la ilustración. Desde la iniciativa que desarrolla Planeta Tangerina, en la voz de Yara Kono, hasta el quehacer diario de un ilustrador como Pablo Auladell, pasando por las reflexiones en torno a esta ¿profesión? de la Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid (APIM), la agencia Pencil Ilustradores y el crítico de literatura infantil Gustavo Puerta.

Planeta Tangerina

Lo que comenzó en 1998 como un taller, en 2004 acabó, también, editando libros. Así lo ha contado una de las personas integrantes de Planeta Tangerina, la ilustradora y editora Yara Kono. Con ‘Um livro para todos os dias’ comenzaron ese camino editorial. Un título con el que empezaron a entender todo el mundo editorial. Con el se inició un aprendizaje que ha continuado y a día de hoy son ya casi 50 títulos los que componen su catálogo, a través de diferentes colecciones.

“En Planeta Tangerina tenemos dos reglas”, nos cuenta Yara Kono, “no caer en fórmulas repetitivas y desafiar a los lectores, lo cual supone también un desafío para nosotros mismos”. “Somos un colectivo y, como tal, compartimos ideas, nos enseñamos nuestros trabajos…”.

Libros diferentes, entre los que se encuentra “Trocoscopio”, con un concepto sorprendente, o “As duas estradas”, un libro con dos portadas que cuenta dos historias paralelas, en rojo y en azul, la de una familia que viaja por una carretera nacional y otra que lo hace por la autovía. Dos historias que comparten páginas, pero que se presentan invertidas.

“Las guardas son muy importantes como elemento decorativo, o como elemento informativo. A veces no le damos importancia”, dice esta ilustradora que ejerce también de editora en Planeta Tangerina, y que nos habla también de una colección de libros interactivos, ‘Cantos Redondos’, con títulos como “Uma onda pequenina”, con el que asegura que los niños acaban hablando con el libro, o “Livro Clap”, en el que el lector explora el libro y realiza los sonidos que suponen sus páginas.

Para finalizar, nos quedamos con una frase que deja caer Yara Kono, “los libros no terminan en la última página, siguen con las actividades, las lecturas y todos los cuentos que se cuentan a partir de éstos”.

El mundo más allá de la mesa de dibujo

El debate o las reflexiones en torno a la ‘profesión’ de ilustrador centran el debate al que pone voz el público, y en el escenario el crítico de literatura infantil Gustavo Puerta, Raquel y Celso de la Asociación Profesional de Ilustradores de Madrid (APIM) y Ángel y Sandra, de la agencia Pencil Ilustradores.

Para Gustavo no es viable ser ilustrador en España, si nos ceñimos a la literatura infantil. Hay trabajos económicamente precarios y frustrantes, que inciden en la calidad final de los mismos. Para este crítico literario se produce para ganar dinero, pero lo que a él le importa es la calidad, y lo que le importa es el niño al que va dirigido el libro. Gustavo deja caer una pregunta en el auditorio, “¿es posible plantear una ilustración infantil basada en las necesidades de los niños?”.

Desde APIM nos quedamos con una frase de Raquel, que ha dicho que “la ilustración no es un arte, es un trabajo de comunicación. Es comunicar”. Mientras que si miramos a la agencia Pencil, Sandra asegura que “cada ilustrador debe construir su camino. Hay que levantar la vista y mirar alrededor. Ahora hay más ventajas en las tareas de promoción gracias a las redes sociales”, mientras que Ángel Domingo asegura que “la ilustración como profesión es viable. Eso si, exige saltar de soporte, y todos ellos son dignos si los trabajas bien y con honestidad”.

40 paradojas visuales

Eso es lo que ha expuesto el ilustrador Pablo Auladell, “a su modo de ver”. 40 imágenes que se han ido proyectando en el LAVA y que han servido a Pablo para reflexionar sobre diferentes aspectos de su trabajo. ¿Quién nos necesita? Se pregunta Auladell, que asegura que “solo tiene sentido si te lo tomas a muerte, si tienes una seriedad extrema a la hora de desarrollar tus trabajos”.

¿Se debe o puede ilustrar todo? Es otra de las preguntas que se hace y nos hace este ilustrador. Su respuesta, él cree que no. “Me cuesta mucho que mis ilustraciones tengan sentido en un libro, no quiero que caigan en la mera ornamentación”.

“Hace mucho que no dibujo para niños, quizá por las modas, quizá por los encargos de las editoriales de libros acerca de valores… Hago libros ilustrados para otros ilustradores”, asegura. También hay reflexión sobre los clásicos. “Hay un florecimiento para recuperar los clásicos. Intento que ilustrar esos clásicos tenga sentido. Según dijo Luis Alberto de Cuenca, un clásico sigue vivo si hay una nueva lectura. Esto, en principio, puede dotar de sentido a mi trabajo”.

Y nosotros nos quedamos con una última reflexión: “la presencia en redes sociales ha roto el silencio. No abro esa ventana hasta que el trabajo está muy avanzado” (sobre una imagen de su página en Facebook, Pablo Auladell ha hablado de una ventana por la que entra la luz a raudales, y desde la que la vista llega hasta Singapur).

Bueno, una última frase… “La belleza siempre hiere de muerte”.

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