Paulo Galindro y “A Locomotiva”: “Sería mucho más fácil si tuviera un estilo personal constante, que se repite en todos los libros, pero no puedo trabajar así. Prefiero abordar cada libro y su historia como universos que son únicos e irrepetibles.”

Paulo Galindro y “A Locomotiva”: “Sería mucho más fácil si tuviera un estilo personal constante, que se repite en todos los libros, pero no puedo trabajar así. Prefiero abordar cada libro y su historia como universos que son únicos e irrepetibles.”

Navegando por Internet, es lo que tiene, nos encontramos un día, de pronto, con una ilustración que nos llamó la atención. Enseguida nos llevó a su libro, nos presentó a sus compañeras, las ilustraciones de las otras páginas y, lo más importante, nos presentó a su autor.

Hablamos de Paulo Galindro y de “A Locomotiva”, un libro editado por la editorial Qual Albatroz. En las siguientes líneas Paulo nos habla de este proyecto.

“Este libro fue editado por la editorial Qual Albatroz, y cofinanciado por la Comunidad Europea y la Embajada de Polonia en Portugal. La editorial, que ya conocía mi trabajo, encontró que mi acercamiento a la ilustración era muy adecuado para el estado de ánimo de este libro. Me hicieron un borrador del poema traducido al portugués y me retaron a embarcarme en este proyecto”.

“Fue amor a primera lectura. Me enamoré de la métrica, el ritmo mecánico de las penas, el movimiento sincopado del texto. Sentí un gran potencial en cuanto a la ilustración, pero también una gran responsabilidad, porque Julian Tuwin es uno de los escritores más respetados de Polonia, y “La Locomotora” es nada menos que el poema más famoso del país. Sospecho que hay pocos polacos que no lo conocen a la perfección. La Fundación Tuwin es muy celosa sobre el patrimonio lingüístico que su mentor dejó … todos los libros que fueron ilustrados sobre la base de este poema pasan a través de su rejilla, que por supuesto aumenta en gran medida el peso de la responsabilidad y complejidad del desafío. Al final todo salió bien … Recibí un correo electrónico de la fundación con comentarios muy positivos acerca de mi acercamiento al texto”.

“El poema de Julian Tuwin nos cuenta la historia de una locomotora de vapor y el universo que la rodea. La preparación para un gran viaje, los personajes exóticos que viajan en ella, la mecánica, los diferentes sonidos que vienen desde el interior, los paisajes por donde pasa. En esta historia, el destino es el menos importante de todos. Lo que nos interesa es el viaje en sí, los diferentes paisajes y la belleza de las palabras y las imágenes que nos llevan. Las características de este texto en cuanto a ritmo y el compás convierten su traducción en un proceso de gran complejidad; en lo que a mi respecta, brillantemente resuelto por José Carlos Dias y Gerardo Beltrán”.

“Las ilustraciones de este libro fueron totalmente hechas a mano. Como ilustrador, no me gusta repetir fórmulas que tienen éxito en el pasado. Con cada nuevo libro siempre trato de salir de mi zona de confort, explorar nuevos enfoques técnicos y estéticos. Sería mucho más fácil si tuviera un estilo personal constante, que se repite en todos los libros, pero no puedo trabajar así. Prefiero abordar cada libro y su historia como universos que son únicos e irrepetibles. Es cierto que, en esencia, hay elementos que me definen como ilustrador. Cualquiera que conozca mi trabajo sabe de lo que estoy hablando”.

“De hecho, sería imposible que esto no sucediera, ya que en cualquier acto creativo siempre hay una componente muy autobiográfica. Nuestra personalidad, nuestros sueños, nuestros miedos, siempre se transporta a todo lo que producimos. Pero al final, me gusta mirar todos mis libros en un estante y ver la variedad, la mutabilidad, la evolución, la diversidad y la inquietud. Es siempre desde nuestra insatisfacción, el malestar y el constante deseo personal de superación personal, desde donde cada uno de nosotros se desarrolla en cualquier área del conocimiento humano”.

“La única etapa en la que el ordenador entró en el proceso fue en el escaneado de las ilustraciones, en los ajustes de color de la imagen y el paginado. Todo lo demás fue hecho con acrílicos, lápices de colores, collage, plumas y muchos otros materiales de dibujo. Cuando empecé a trabajar en este libro de ilustraciones, decidí no ver el trabajo que otros ilustradores habían desarrollado en base a este poema. El objetivo era mantener mi mente limpia como fuera posible ante cualquier imagen, para no distraer mi acercamiento al libro. Más tarde me enteré de que mi interpretación del poema fue en muchos aspectos diferente de la interpretación de otros ilustradores. Entre las líneas del poema no he visto una descripción realista de un viaje en tren … lo que vi fue un sueño de un niño… un diario de juegos para niños cuya imaginación los llevó a convertir objetos del día a día en una locomotora”.

“Para ello, fotografié y escaneé numerosos objetos… tapas de botellas, sacapuntas, llaves viejas, tapas de ollas, cintas métricas, páginas de libros, cajas de cerillas, … Para el diseño de los coches, cuyo interior quería mostrar, abrí una serie de cartones de leche y zumo, botellas de champú, de crema de baño, y las pinté con los cochecitos de colores finales. Todos estos elementos fueron fotografiados en diferentes posiciones. Al final, todo impreso en papel de acuarela adecuado para impresoras de inyección de tinta, pintado con acrílicos y lápices de colores, cortado y pegado en sus posiciones definitivas en las diferentes ilustraciones en el libro. Ni mis hijos han escapado de este proceso, ya que también fueron fotografiados, pintados y pegados en la ilustración final”.

“Recientemente he terminado las ilustraciones para el libro “História de um gato e de um rato que se tornaram amigos” (el título original es “Historia de Mix, Max, y Mex” con texto de Luis Sepúlveda). Este libro fue publicado en mayo. Actualmente estoy ilustrando dos libros que se publicarán a finales de este año. Mientras tanto, tengo algunas ilustraciones independientes, así como la pintura mural, que es otra de mis actividades”.