Manuel Bru: “Siempre hay que tener cerca de tí todo un abanico de posibilidades en cuanto a técnicas”

Manuel Bru: “Siempre hay que tener cerca de tí todo un abanico de posibilidades en cuanto a técnicas”

Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada, Manuel Bru ya no reside en la ciudad de la Alhambra, aunque el año pasado volvió y realizó un Máster Oficial de Dibujo. Su relación con la ciudad ha sido estrecha, y de hecho recuerda con especial cariño uno de los trabajos que realizó en el Parque de las Ciencias, y que conforma uno de los proyectos de futuro que le gustaría ver plasmado en alguna publicación.

“Algún tipo de ilustración para libros de naturaleza o incluso libros de texto para niños podría ser un buen proyecto. Estuve trabajando en el Parque de las Ciencias de Granada, con un grupo de rapaces que tienen en el parque. Estuve dibujando del natural todos aquellos pájaros. Y todo ese trabajo te aporta mucho como artista, y los resultados finales podrían utilizarse para cualquier tipo de ilustración de ornitología, o fauna para ciencias o un libro ilustrativo”.

También tiene una serie de ilustraciones inspiradas en cuentos de Julio Cortázar, que forman parte de uno de sus proyectos personales que, quien sabe, igual algún día vea la luz. Debido a la distancia, nuestra conversación es telefónica. En el transcurso de la misma Manuel me cuenta que el dibujo siempre ha formado parte de él. “El dibujo como vuelo” comenta Bru en uno de sus perfiles web.

“A finales de la carrera vi que el dibujo entraba a formar parte de mí, en cuanto a la elaboración de una obra personal, en la que encontraba que yo mismo debía seguir desarrollándome como artista.”

La naturaleza está muy presente en su obra, tanto la ilustradora, como la fotográfica, que es la otra vertiente de Manuel.

“A mí me gusta mucho que la práctica del dibujo sea algo natural, algo espontáneo. Que el que tenga en su mano un dibujo tuyo, la sensación sea… que sea algo íntimo. Si algo tiene el dibujo es que es una herramienta de investigación y conocimiento muy íntima, tanto para el que dibuja como para el receptor. Yo sobre todo trato temas de naturaleza, parte de mi temática son las aves. Y esto va definiendo tu propia obra. Al final la idea de pájaro acaba creando una imagen tuya en el exterior. Es un dibujo, en cuanto al estilo, sencillo y natural.”

Cuando le pregunto a Manuel por la técnica de ilustración con la que se encuentra más cómodo, me habla del óleo y del carboncillo, pero lo hace de tal manera que me imagino perfectamente todo el proceso que describe hasta el punto de que casi se huele el grafito de su lápiz y se palpa la textura del papel.

“A mí me gusta mucho empezar la obra desde la mancha. Por un lado el óleo, aunque esté prácticamente ligado a la tela, al lienzo, el óleo tiene una aplicación en el papel que te da unas propiedades muy ricas, en cuanto a pigmento, y al no ser al agua, no te comba el papel y te permite muchas cosas. Y luego el lápiz, el grafito, el carboncillo, es muy versátil, el pastel… Sobre todo lo que intento es combinar. La propia obra te va indicando cómo continuarla y, si en un momento dado tengo que cambiar sobre una obra, lo haré. Siempre hay que tener cerca de tí todo un abanico de posibilidades en cuanto a técnicas y, en un momento dado tener, incluso, una barra de pegamento y pegar algo y hacer un collage”.

Y, ¿crees que la crisis económica está influyendo también de manera notable en el mundo de la ilustración? Manuel cree que con esfuerzo e imaginación, se sigue adelante.

“Simplemente hay que trabajar más y esforzarse más. Si antes para buscar posibilidades había que trabajar mucho, ahora toca más. Y aunque estén muy negras las cosas, el que uno también tenga que trabajar el doble, al final está trabajando para sí mismo. Y tarde o temprano dará unos resultados. Sí hay que moverse más y buscar más posibilidades, pero siempre desde el trabajo propio y, nunca, nunca, dejar de dibujar”.

Para Manuel la palabra es fruto del poder de la imagen y, por tanto, en la balanza en la que colocamos imagen en un lado, y palabra en otro, Bru tira para lo suyo, pero no porque sea lo suyo, sino porque cree en lo suyo.

Yo más al lado de la imagen. No ya porque trabaje con ella, y eso que la palabra da sentido a muchas cosas. La palabra es fruto del poder de la imagen. Las primeras herramientas de comunicación que tuvo el hombre fueron las imágenes. Entonces, no sé. Yo soy muy partidario de la imagen. Que una imagen vale más que mil palabras es un hecho.

Cuando veo una de las ilustraciones de Manuel sobre una lechuza del Parque de las Ciencias, y veo que uno de sus ojos se despega de su rostro pienso en lo mágico del dibujo que, a diferencia de la fotografía, te deja ‘jugar’ un poco más con la imagen, o al menos de un modo diferente. Y es que recientemente estuve en el parque y, la lechuza, tenía el ojo en su sitio.