La Casa del Lector acoge hasta el 29 de septiembre la bienal de ilustración Ilustrarte 2012, en la que participaron 50 artistas de diversas nacionalidades. La exposición, compuesta por 150 ilustraciones, es el reflejo de la posibilidad de narrar y leer historias por medio de imágenes. La selección es un buen reflejo del estado actual de la ilustración contemporánea internacional. Una mezcla muy ecléctica de estilos y técnicas, que refleja una variedad de orígenes culturales, nombres establecidos junto con valores emergentes y jóvenes ilustradores nunca publicados.
Un Periodista en el Bolsillo visitó la exposición, pero lo hizo muy bien acompañado, por 23 alumnos y alumnas de sexto curso. Tanit nos recibe y nos sentamos en el suelo a su alrededor. Sobre su cabeza podemos leer el título de la muestra: “Lecturas de cabecera. Ilustrarte 2012”. A través de preguntas a estos jóvenes visitantes, vamos descifrando que las lecturas de cabecera son las que hacemos antes de ir a dormir. “Si me duermo leyendo algo, sueño con eso”, dice Tanit. Junto a nosotros, hay una cama gigante, pero es una cama sin mesita de noche.
¿Qué están leyendo estos niños y niñas? ¿Cuáles son actualmente sus lecturas de cabecera? “Los tres mosqueteros”, dice uno; “El principito”, suena más allá. “La vuelta al mundo en 80 días” y “Los cuentos de Bagdag” son otros dos títulos más. Ahora vamos a ver qué guardan en sus mesillas de noche, 50 ilustradores, y así nos invita nuestra guía a dejar atrás esa cama gigante, y entrar en una sala llena de mesitas de noche, 50 mesitas de noche.
La introducción a la muestra la hacemos en la mesilla de noche del ganador de la Bienal, el italiano Valerio Vidali. Flanqueando esta mesita de noche, otras dos, que corresponden a dos menciones especiales que fueron otorgadas a las magníficas imágenes de Simone Rea (Italia) y al dúo suizo Nina Wehrle y Laube Evelyne.
Previamente a la introducción, los niños y niñas han formado tres equipos. Su objetivo, pasear por la exposición y ver las ilustraciones que hay en los tres cajones de cada mesita de noche; evidentemente, no podrán verlas todas. Pero aquellas que vean, tendrán que fijarse en las técnicas con las que están hechas, las historias que cuentan,… Por todo esto preguntará la guía al final de la visita, además de pedirles a estos alumnos que elijan a su ganador y expliquen el motivo de su elección.
Los tres grupos van de un lado para otro, abren cajones, se asoman, miran, observan, ríen, discuten, anotan… Deambulan de mesita en mesita, descubriendo trabajos y técnicas de las que no habían oido hablar hasta ahora.
Termina el tiempo, y nos volvemos a reunir todos juntos, esta vez, al otro lado de la cama. Suenan técnicas, acrílico, gouache, punta seca metal, pop-up, digital, grafito… Con ésta última surge una duda, y un alumno pregunta: Con el grafito entonces, “¿si empiezas a borrar ese dibujo se quita?”. Que tiemble por ejemplo David Álvarez, si a alguien le da por ahí con “Casi como volar”…
Precisamente para algunos éste es su ganador, David Álvarez, porque sus ilustraciones “son muy difíciles de hacer. Tienen mucho trabajo. Son muy realistas”. Sonja Danowski es otra de las ganadoras para estos alumnos, por sus ilustraciones realistas… “Cómo sois de clásicos”, afirma Tanit. La técnica mixta de Michael Ferry también ha gustado mucho en este grupo…
Con estos ganadores termina la visita a la exposición propiamente dicha. Ahora, viene la segunda parte de esta “escapada de clase”. Los alumnos se van a convertir en ilustradores. Todos los colegios que han visitado la exposición han ido ilustrando una parte de una historia, “Historias que molan de la tía Magola”, una historia escrita por los visitantes a la exposición anterior, “El hilo de Ariadna. Lectores, navegantes”.
En este momento, Laura le da el relevo a Tanit, y les explica a los alumnos en qué consiste la actividad y les lee la historia que tienen que ilustrar. Después, los tres equipos se reparten tareas, eligen materiales, y este es el resultado.
