Isabel Cercós: “Mis dibujos parten de esta realidad compartida para engordarla con la realidad de la imaginación”

Isabel Cercós: “Mis dibujos parten de esta realidad compartida para engordarla con la realidad de la imaginación”

Isabel Cercós ya no vive en Granada. El dibujo la trajo aquí y pasó dos años. “La verdad, es una larga historia. Desde que empecé la carrera se me metió en la cabeza Granada, sin saber muy bien por que. En mi universidad se oía que la enseñanza de dibujo aquí se entendía de una manera muy diferente, vamos que era la caña, y me enganchó. Fue muy difícil conseguir la plaza para el intercambio, pero en el último minuto todo se puso a favor”.

“Pasé dos bonitos años en Granada y no solo con el dibujo. Con esa luz característica de aquí, conviviendo con la doble temperatura que tiene la ciudad, entre rincones y callejones, con esa marca importante de patrimonio artístico, vistas de privilegio a Sierra Nevada, muchas risas, muchas cañas (nadie se salva), personas a las que quiero y admiro y… mucho amor”.

Y, ¿cuándo empezaste a dibujar y cuándo a hacerlo de forma profesional? “Creo que es una de las preguntas más frecuentes a quienes nos envuelve el dibujar, y creo que la respuesta será compartida con la mayoría de las personas que dediquen su tiempo a esta actividad. Como todos mis compañeros de la escuela, empecé a dibujar de pequeña. Lo que sucede es que con el tiempo hay quien decide dejarlo y quien continua divirtiéndose dibujando. Me acuerdo que, de pequeña, solía pasar tardes enteras dibujando, montando historias, recortando y coloreando”.

“Dibujar de manera profesional es algo que se presentó con el tiempo. Lo atribuyo quizás a un cambio de estado mental. Durante el bachillerato me inflé a dibujar, tenía muchísimos ejercicios, pero durante la carrera de Bellas Artes esta inquietud tomó envergadura y pasó de pasión a un pensar en dibujo”.

Me gusta pensar que el dibujo, al igual que el arte, aumenta la realidad. Así, mis dibujos parten de esta realidad compartida para engordarla con la realidad de la imaginación.

“Es ahora cuando estoy empezando a sacar de paseo mis ilustraciones. Hasta ahora he tendido a dirigir mi trabajo a lo que entendemos como arte, y dejaba mis labores ilustrativas en los cajones de mi habitación. De todas maneras, algunas han logrado sacar la cabeza en diferentes concursos y exposiciones, ahora mismo tengo un enorme dragón medieval en la Galería Cosmos de Barcelona, y algún modesto logotipo o cartel”.

Le preguntamos a Isabel con qué técnica se encuentra más cómoda. “Mi predilecto es el bolígrafo “Bic”. Empezamos una relación íntima cuando trabajé como vigilante en un museo de Barcelona. Pasaba varias horas diarias sentada en una silla, sin mucho que hacer, entonces sacaba el bolígrafo y la libreta y, en esa extraña intimidad, empezaba a dibujar. Gracias a él, ese monótono trabajo se me hizo francamente divertido. Ahora mismo estoy disfrutando mucho con los rotuladores “Posca”.

¿Y las nuevas tecnologías en el mundo de la ilustración? “Son una técnica más, y muy útil. Agilizan muchos trabajos, además cada día hacen más programas, más fáciles de manejar, con más prestaciones y muy efectistas, pero no se las debe confundir con un estilo. Yo me considero fan de todo lo que suma y las nuevas tecnologías sin duda lo hacen. Gracias a ellas podemos trabajar, sobre papel o a ordenador, a un tamaño cómodo, para acabar proyectándolo, colgándolo o imprimiéndolo en cualquier formato y tamaño. Y sin hablar del 3D o la animación”.

Una de las principales novedades para los ilustradores son las posibilidades que ofrece el libro electrónico y las aplicaciones para móviles y tabletas. ¿Qué piensa Isabel Cercós de todo esto?

“Que quiero estar en ello. El libro electrónico es una herramienta dentro de lo editorial aún por explotar; todos estamos esperando nuevas aplicaciones que nos sorprendan, nos entretengan o nos definan; y las tabletas permiten que internet sea tu nuevo mejor amigo, nos redefine como curiosos al alcance de todo. Lo bueno de todo es que el ilustrador se puede meter en cualquiera de esas partes”.

“La crisis está a la orden del día y unos pocos son lo que se salvan. De todas maneras siempre habrá quien quiera pagar por una buena ilustración, diseño o imagen. El mundo no se acaba mientras haya ilusión”.