Inês Castel-Branco y ‘La gota de agua’

Inês Castel-Branco La gota de agua

En esta entrevista con Inês Castel-Branco charlamos sobre el álbum ilustrado ‘La gota de agua‘, uno de los primeros títulos de Akiara Books, la nueva aventura editorial en la que se ha embarcado Inês. Con ella hablamos de este libro del proyecto editorial.

¿De dónde sale esta gota de agua? Inês Castel-Branco: “Esta “gota de agua” sale de la voluntad de hacer un libro a partir de un texto de Raimon Panikkar, ahora que celebramos el Año Raimon Panikkar, en el centenario de su nacimiento (1918-2010). La intuición la tuve hace dos años, cuando era coeditora de Fragmenta, editorial que publica sus obras completas en catalán. Hijo de madre catalana y padre indio, sintiéndose a la vez cristiano, hindú y budista, con tres doctorados (en filosofía, teología y ciencias), profesor en diversas universidades del mundo, un gran comunicador y conferenciante, Panikkar fue un precursor del diálogo intercultural e interreligioso, de una concepción más “ecosófica” de la vida. Yo quería hacer llegar su pensamiento holístico, plural, místico, ecológico, vital… a mucha gente, incluso a los mas pequeños”.

Inês Castel-Branco La gota de agua

Háblanos un poco de esos encuentros que tuviste con Raimon Panikkar. “A Raimon Panikkar lo conocí durante el Parlamento de las Religiones, celebrado el 2004 en Barcelona en el Forum de las Culturas, pero después lo visité varias veces en Tavertet, un pueblo muy bonito de Cataluña dónde vivió sus últimos años. Me acuerdo de la primera vez que subimos y que no encontrábamos el camino para llegar a su casa -nos cuenta Inês Castel-Branco. Acabamos escalando una ladera y entrando por el jardín, que no tenía vedaciones y se abría al fantástico paisaje de los acantilados, y allí lo vimos paseando con su larga túnica de brazo dado a su secretaria, mientras nos esperaban”.

¿Por qué escogiste ‘La gota de agua’? “Panikkar escribió muchísimo toda su vida, en muchos idiomas, pero no publicó nunca un libro para niños. Yo sentía que su pensamiento era tan potente que creí que sería bueno hacerlo llegar también a los más pequeños. La primera imagen que me vino a la memoria fue precisamente la de la gota de agua, una metáfora intercultural que él solía explicar para hablar de la muerte. Y hay que hacer caso a las intuiciones…”

Inês Castel-Branco La gota de agua

¿Qué nos encontraremos en las páginas de este libro? “El libro es una reflexión filosófica sobre la muerte, explicada por medio de una metáfora presente en muchas culturas, también en los textos de los poetas y los místicos de todos los tiempos. ¿Podemos comparar el destino de los seres humanos con una gota de agua? ¿Qué pasa cuando la gota de agua cae en el mar? ¿Somos la GOTA de agua o el AGUA de la gota?… Por medio de frases cortas, empezamos por hablar del agua como el inicio de la vida (aguas primordiales)… del agua purificadora, pero que a veces también puede ser destructora -nos cuenta Inês Castel-Branco-. Y después pasamos a analizar lo que pasa con una gota de agua. Sin duda que la gota, cuando cae en el mar, deja de ser gota (con una “piel” y una forma concreta). Pero el agua de la gota está allí, no le ha pasado nada, sencillamente se ha mezclado con el agua de todo el océano sin dejar de ser lo que era. Esta metáfora permite a Panikkar explicar las diferentes concepciones de la muerte tanto en Occidente como en Oriente: podemos considerar que la gota cristaliza para siempre cuando llega al mar (vida eterna) o desaparece (nihilismo)… pero también podemos pensar que la gota volverá a subir a las nubes en un ciclo que no se acaba nunca (reencarnación). Este libro permite muchas lecturas distintas y en distintos grados de profundidad: quizás los niños más pequeños se queden con las imágenes y todo el potencial del agua… pero a partir de la edad que ya empiezan a tener pensamiento abstracto (6-7 años), puede ser una gran ayuda para hablar sin miedo de la muerte y de como la ven en diferentes culturas. Y los adultos, sin duda, encontrarán en estas páginas una reflexión plural, espiritual y poética del fenómeno de la muerte”.

Inês Castel-Branco La gota de agua

Háblanos un poco de tus ilustraciones para este proyecto. ¿Qué dirías que tienen de característico? “Desde el principio sabía que tendría que encontrar diferentes maneras para representar el agua, ya que a lo largo de 15 dobles páginas, guardas y cubierta tendría el agua como protagonista. Intenté mantener una tonalidad común en todas ellas (un azul-verde-gris-turquesa para el agua, al que añadí digitalmente una textura de papel antiguo de color crema) y hacer collage con papeles estampados o escritos, que ayudan a conceptualizarlo todo un poco más y nos sacan del absoluto realismo -asegura Inês Castel-Branco-. A lo largo de las páginas van apareciendo personajes, aunque el verdadero protagonista de la historia es el agua. Como homenaje también al pensamiento intercultural de Panikkar, he intentado que las ilustraciones hicieron referencia a diferentes puntos del planeta, de manera que podemos reconocer los márgenes del Ganges en Varanasi, un cementerio irlandés (con sus cruces celtas), un río de una floresta tropical, un paisaje helado del Polo Norte, un barco en alto mar… Creo que por eso es un verdadero álbun ilustrado: las ilustraciones dicen cosas que no vienen en el texto, piden que el lector las interprete y las sitúe… Se trata de un álbun abierto y profundo para mentes inquietas”.

Inês Castel-Branco La gota de agua

Inês Castel-Branco La gota de agua

¿Con qué técnicas trabajaste? “Trabajé con diferentes técnicas, pero normalmente hacía los fondos con acuarelas líquidas (en un buen papel de acuarela y de manera muy espontánea), después empezaba con el collage a partir de papeles antiguos (con letras o estampados, pintados…), que combinaba con dibujos a lápiz. Una vez escaneado, añadía algunos elementos en fotografía y una textura de fondo (de papel viejo). Yo quería que, de alguna manera, fuera un libro “intemporal”, ya que no estamos contando una historia que acaba de pasar, sino haciendo una interpretación de la vida y la muerte recorriendo a una metáfora que se viene explicando hace siglos”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este proyecto? “Empezé trabajando el texto, intentando convertir 30 páginas de sus obras completas (de una gran densidad filosófica) en un texto corto para los más pequeños -afirma Inês Castel-Branco-. Durant el primer verano, iba dibujando y pintando diferentes imágenes del agua en mi bloque de esbozos… investigando, probando, observando. Las primeras ilustraciones definitivas que intenté pintar, a finales del primer verano, las acabé descartando por parecerme demasiado rígidas, oscuras, perfectas. Buscaba un estilo más ligero, fresco, incompleto… Por eso volví al collage, que ya había hecho servir en mi primer libro, Respira. Dado que no me dedico exclusivamente a la ilustración (soy más bien editora), solo podía ir avanzando con el libro durante las vacaciones o algunos fines de semana. Esa lenta gestación puede conllevar algunos problemas, pero en mi caso me ha ayudado mucho a madurar el estilo, a convertir este libro en un “slow book”, cocinado a fuego lento. Ilustraciones que había descartado al principio aparecían, de repente, en la fase final, con un trazo mucho mas fluído… No había sido trabajo en vano. Y, al ser al mismo tiempo la autora del texto, la ilustradora y la editora, hizo que estuviera introduciendo cambios en el libro hasta el último momento, tanto en las ilustraciones como en el texto o la Guía de lectura del final”.

Inês Castel-Branco La gota de agua

¿Qué dirías que has aprendido con este libro? “He aprendido mucho, tanto a destilar un texto (en los textos cortos cada palabra tiene que estar en su lugar) como a mantener un estilo a lo largo de tantas páginas. Yo nunca hice ilustración, pero desde pequeña que pintaba, de manera autodidacta (a los 16 años hice mi primera exposición individual de pintura). Después estudié arquitectura, pero creo que el oficio de editor tiene mucho de “arquitectura” en este esfuerzo para que todo esté en su lugar, que las cubiertas funcionen, que la tipografía sea la correcta, que el texto “respire”, que haya proporción y armonía, que las biografías digan lo que tienen que decir… He acabado agotada, pero al día siguiente ya estaba pensando como sería mi próximo libro”, asegura Inês Castel-Branco.

Inês Castel-Branco La gota de agua

Inês Castel-Branco La gota de agua

Cuéntanos también cómo surge esta aventura de Akiara Books. “Hace tres años que yo, como coeditora de Fragmenta Editorial (fundada en 2007), había empezado la colección de álbumes ilustrados Pequeño Fragmenta (a la vez que seguía maquetando y diseñando todos los libros de adultos de Fragmenta Editorial). A principios del 2018 decidimos separarlo en dos proyectos editoriales distintos, quedándome yo con el fondo de infantil de Fragmenta para darle continuidad en AKIARA. De momento mantengo el formato de la colección Pequeño Fragmenta, pero tengo en mente abrir nuevas colecciones en los próximos tiempos, con distintos formatos y dirigidas a un público un poco más crecido (pre-adolescente o adolescentes). Ideas no faltan, ni ilusión”.

¿Qué te gusta imprimir a los libros que editas? “Me gusta que sean libros que traten temas importantes para la vida, que nos hagan pensar, que aporten belleza y capacidad de asombro… Me gusta rescatar historias de otros tiempos y culturas, pero también historias actuales que nos detengan e impacten. Veo a los mayores con tantos prejuicios hacias las otras culturas, tanto masclismo y tanta falta de sensibilidad hacia la naturaleza, que pienso que sería feliz si puediera incidir un poquito ofreciendo materiales para un crecimiento interior sano, una recuperación de la capacidad de asombro y contemplación, de vivir el “aquí y ahora” (AKIARA suena como “aquí y ahora” en catalán), de experimentar la armonía con lo que nos rodea, de abrirnos a lo diferente. En relación con las ilustraciones, me gusta que haya estilos diferentes (cuánta mas diversidad vean los niños, mejor)… pero intento preservar el aspecto artesanal del oficio (la pincelada, el lápiz, la mano del artista, el recorte de papel enganchado). Como que todos los libros son de producción propia (no compramos derechos al extranjero), es muy importante que hagamos una reunión al principio a tres bandas (autor/a – ilustrador/a – editora) para poner en común nuestras expectativas, las primeras intuiciones que tenemos, la caracterización de los personajes… aunque después hay completa libertad. Acompañar todo este proceso es realmente algo maravilloso, y puedo decir que aprendo muchísimo con la manera de trabajar de cada ilustrador: ellos son mi verdadera escuela, también como ilustradora”.