Fernando Vicente nos habla de sus ilustraciones para “De los álamos el viento”: “El reto era no duplicar las imágenes que ya contenían los poemas y crear unas propias”

Fernando Vicente nos habla de sus ilustraciones para “De los álamos el viento”: “El reto era no duplicar las imágenes que ya contenían los poemas y crear unas propias”

“De los álamos el viento” es un poemario de inspiración tradicional, a base de composiciones en las que predominan estrofas de cuatro versos pentasílabos o heptasílabos con rima asonante en los pares. Aunque es un esquema literario que se combina también con pareados y composiciones a base de grupos de siete versos.

Nanas, romances líricos, canciones inspiradas en los juegos infantiles, poemas que evocan los paisajes castellanos, o que plasman sentimientos profundos como el amor o la soledad, y que tienen como autor a Ramón García Mateos. “De los álamos el viento” también bebe de las fuentes de dos grandes poetas de etapas distantes: el clasicismo de Góngora y el existencialismo de Blas de Otero.

A unos versos cuyas raíces están ancladas en la tradición poética, se unen unas ilustraciones cargadas de simbolismo, evocadoras y sugerentes, en las que el dibujo se combina con los trazos sueltos y las manchas de color. Con el autor de estas ilustraciones, Fernando Vicente, hemos hablado sobre este trabajo, que edita Kalandraka y a cuya web pertenecen las palabras de presentación anteriores.

“Este libro es el primer encargo de una editorial que vengo siguiendo hace muchos años y de la que atesoro alguno de sus libros, la editorial Kalandraka, especializada en libro infantil”, nos cuenta Fernando.

¿Era la primera vez que ilustrabas poesía? “Más o menos, si, para un libro, aunque ya había ilustrado poesía suelta para prensa y la campaña de “libros a la calle” de Metro de Madrid”.

¿Es más fácil o más difícil que ilustrar una sola historia pero más larga? “Es distinto. Aunque he tratado de crear un hilo conductor con las ilustraciones para que no parecieran hijas de su padre y de su madre. En este caso, el reto era no duplicar las imágenes que ya contenían los poemas y crear unas propias”.

¿Que dirías que tienen de característico las ilustraciones de este libro? “En general tiene un tono surrealista por la combinación de elementos en principio extraños entre si”.

¿Están en la misma línea de otros trabajos tuyos? “Si y no. Yo creo que he abierto una vía nueva en mi trabajo que me gustaría seguir explotando. Aunque, pienso que todo el libro es reconocible como mío”.

¿Con qué técnica están hechas? “Siempre trabajo con acrílico sobre papel. En este caso también le he añadido unos fondos con ordenador”.

¿Es la que sueles utilizar habitualmente? “Si, como también tengo un trabajo pictórico, trabajar con acrílico me permite cambiar de un lenguaje a otro solo cambiando el soporte, el papel por el lienzo”.

De los poemas de este libro, ¿cuál te gustó más cuando los leíste? “Me gustó mucho el tono general de todo el poemario, son casi canciones populares, pero concretamente la que me llamó inicialmente más la atención fue “Si la nieve resbala…”

¿Y cuál te costó más ilustrar? “Fueron todas más o menos por igual, pero quizás de lo que estoy más contento es haber dado con el último poema, “Despedida”. Me sirve de idea para la portada creando un juego entre las dos”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? “Bastante ágil, me mandaron el proyecto, lo acepté y me pidieron que enviara 3 dibujos de muestra, que fueron aprobados. A partir de ahí todo rodado”.

¿En qué estás trabajando ahora mismo? ¿Algún proyecto nuevo? “Ando con dos proyectos de libros, ambos muy interesantes. Un Sherlock Holmes para la editorial Nórdica para estas navidades. Y también estoy con el Drácula de Bram Stoker para el año que viene”.