“El baile de Leia”, de Susanna Isern y María José Olavarría: “Las ilustraciones de Leia son el turquesa del agua y del cielo, el marrón de las cortezas, el azul intenso de las mariposas y el rojo de las amapolas”

“El baile de Leia”, de Susanna Isern y María José Olavarría: “Las ilustraciones de Leia son el turquesa del agua y del cielo, el marrón de las cortezas, el azul intenso de las mariposas y el rojo de las amapolas”

“Hacía ya cientos de años que un artesano, aficionado a las artes de la magia, había creado a la bailarina. Qué extraño embrujo conjuró al tallarla nadie lo sabía. Pero aquella muñeca era uno de los misterios del mundo”.

Con esta premisa nos acercamos a un bellísimo libro que nos trae Gerbera Ediciones, y detrás del cual está el maravilloso trabajo de la española Susanna Isern, y la chilena María José Olavarría (Cote). Nos referimos a “El baile de Leia”. Con ellas dos hemos hablado, por separado, y aquí hemos unido sus respuestas, dando así una visión muy interesante (a nosotros desde luego nos lo parece) sobre la creación de este libro. En las siguientes líneas disfrutamos de un libro, de unas ilustraciones, y también de dos maneras de verlo y de trabajarlo.

Susanna Isern: “La historia surgió de tres coincidencias en el tiempo que encendieron la chispa: la lectura de “Bibi y las bailarinas”, un álbum escrito por Monique De Varennes e ilustrado por Ana Juan, el descubrimiento de la música de George Winston (ambas cosas, regalo de un amigo) y, sobre todo, una situación delicada que estaba viviendo alguien cercano”.

María José Olavarría: “(El proyecto) Me llegó hace muchos años, calculo un poco más de 3 años, yo llevaba un libro editado cuando me escribe Susanna Isern, española, maravillosa escritora y narradora, sensible y con un sueño común: darse a conocer en un mundo de grandes para hacer soñar a los más pequeños, solo que ella deseaba hacerlo con “las letras” y yo con “las artes”. De esta sincera, temerosa y ansiosa comunicación que se retroalimentaba con cada respuesta y con cada “click” , nacería una hermosa amistad, muchas ilusiones y el gran orgullo de vernos crecer de la mano”.

Susanna: “La historia nos habla de cómo podemos sentirnos presos de una situación que nos da cierto éxito, pero no felicidad. Creo que siempre hay algún momento en la vida en el que bailamos al compás de unos hilos que nos llevan por un camino que no es el nuestro, darse cuenta es el primer paso para cortarlos y librarse de ellos”.

María José: “Recuerdo que la primera vez que la leí surgieron imágenes inmediatas que acompañaban cada línea, estaba viviendo mi propio proceso de liberación y realización muy parecido al de Leia, la protagonista,… Me sentí identificada con una historia llena de sensibilidad y magia”.

María José: “Hace 10 años vivo en el campo al sur de Chile, por lo que las ilustraciones de Leia encontraron su paleta e inspiración en la naturaleza que me rodeaba, en sus texturas, en el río y su cauce y el azul del cielo. El desarrollo y el final de este álbum se cierra 3 años después, por lo que la mitad de las ilustraciones nacieron tras un proceso de madurez en mi trazo y en la composición de la página, sin embargo, nunca dejé de buscar mi musa en la naturaleza y su fuerza. Las ilustraciones de Leia son el turquesa del agua y del cielo, el marrón de las cortezas, el azul intenso de las mariposas y el rojo de las amapolas”.

Susanna: “Cote es una gran artista y cada una de sus ilustraciones es una obra de arte extraordinaria. Las de “El baile de Leia” son extremadamente sugerentes, están llenas de pequeños detalles y la paleta de colores es fabulosa. Todas son increíbles, pero mi favorita es la última. Me parece una imagen muy impactante y me transmite tanto… Cote ha hecho del libro un auténtico diamante (y nunca mejor dicho), una joya envuelta con mucho mimo por Gerbera, que ha hecho una edición de lujo”.

María José: “Creo que mis ilustraciones siempre mantienen una línea común, se reconoce una mano, no me gusta hablar de “un estilo” pues la curiosidad me puede llevar a probar nuevas expresiones gráficas, pero si siento que todas tienen “un lenguaje” que pretende resaltar al protagonista de la historia desde sus emociones más que desde sus acciones”.

María José: “El Baile de Leia está realizado con acrílico sobre cartón, le agregué un poco de lápiz a color para resaltar detalles o sombras. Siempre ocupo acrílico, es una técnica que me acomoda mucho, la utilizo en formas de aguadas, jugando con manchas, salpicando agua sobre fondos húmedos o en capas muy finas una sobre otra, con pincel seco o con una gran carga si deseo texturas, tengo muchas formas de darle vida intensa o sutil al acrílico y siempre descubro nuevas a partir de la prueba y error”.

Susanna: “Hace ya algunos años, visité el blog de Cote y quedé completamente enamorada de su trabajo. Contacté con ella para ofrecerle compartir “El baile de Leia”, me dio un sí rotundo y comenzamos a soñar juntas. Desde el primer momento hubo mucho feeling entre nosotras, ella me ayudó a pulir el cuento y me permitió participar de la creación del personaje, mandándome los bocetos provisionales. Fue muy emocionante ver la evolución de Leia hasta llegar a la definitiva, el objetivo de Cote era que fuera “querible”. A partir de ahí, pude disfrutar de todo el proceso: recibí imágenes del story, las primeras ilustraciones… Fue un verdadero placer ver crecer poco a poco a nuestra bailarina. Tiempo después contactamos con Gerbera, a quien agradezco que haya confiado en este proyecto, y Leia siguió creciendo y bailando hasta pisar el papel”.

María José: “Siento que ambas fuimos siempre muy respetuosas de cada área, cuando una sentía dudas sobre el siguiente paso pedía tiempo y solicitaba una mano amiga y ahí estaba la otra atenta a dar la fortaleza y la energía necesaria. Como fue un proyecto de muchos años, el camino recorrido terminó con una hermosa sensación de gran orgullo y alegría. Fue un trabajo en conjunto, un vuelo único”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? María José: “Después de leer una y otra vez el cuento de día y de noche (es increíble lo que traen las letras cuando se acompañan del sol o la luna), me doy un momento para ver que emociones me trae, son esas las que llevo a una paleta. Luego busco mi personaje, lo descubro en cualquier rincón de mi casa, generalmente se aparece cuando menos lo espero y con ese recuerdo empiezo los bocetos. Todos mis proyectos deben pasar desde el inicio hasta el final por la mirada curiosa, las mentes abiertas y los comentarios precisos de mis 4 hijos, son ellos quienes me ayudan a construir cada castillo ilustrado”.