Daniel Montero Galán y ‘El gran Zooilógico’: “Cuando tuve un muestrario con varios especímenes, acordé un pacto con ellos: ya que ellos viven gracias a mí, yo quería vivir de ellos. Para llevar a cabo esta simbiosis, ideé un bestiario”

Daniel Montero Galán y ‘El gran Zooilógico’: “Cuando tuve un muestrario con varios especímenes, acordé un pacto con ellos: ya que ellos viven gracias a mí, yo quería vivir de ellos. Para llevar a cabo esta simbiosis, ideé un bestiario”

Lo que hemos tenido que reír y lo bien que lo hemos pasado husmeando en ‘El gran Zooilógico‘ de Daniel Montero Galán, publicado por Ediciones Jaguar. Ya tuvimos la suerte de coincidir en Madrid con él en persona, tras alguna entrevista virtual sobre su trabajo. Nos vimos en un antiguo mercado. Él estaba detrás del mostrador de un puesto, uno de pollos, pero pollos por allí, no había. Sí que había muchos seres mitoilógicos.

“En esta recopilación de seres utópicos y atípicos encontrarás muchos tipos de patas y picos. Unos son peludos y otros pelones, los hay aterciopelados, peliagudos, peleones; pero la mayoría no tienen un pelo de tonto, como los melones”, dice Daniel en su página web. Nos hemos puesto el traje de aventura y nos hemos adentrado, eso sí, de la mano del mejor guía, en esta especie de selva/bosque/granja/casa/mar que conforman las páginas del libro. 

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Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Desde que era una cría de animalote, cuando aún no tenía uso de razón (tampoco es que ahora la utilice mucho), he sido bastante observador y me gustaba mirar las musarañas. Tenía muchos pajarracos en la cabeza a los que contemplaba ensimismado. Con el tiempo, estos se fueron reproduciendo y se les fueron sumando todo tipo de criaturas, haciendo un gran estruendo entre graznidos, gruñidos, cacareos y alaridos. Así que decidí acallarlos en mi sesera, y sin perder los papeles, lo fui trasladando al folio para que allí tuviesen la voz cantante”.

“Desde entonces no he parado de atrapar especies y especias mitoilógicas. Me sorprende que me quepan tantas dentro del cráneo, soy bastante cabezota, pero no cabezón. Mi mollera es como el cuerpo de la Chuskatrioska (Soviet matryoska), criatura que alberga en su interior dos salitas de estar, un cuarto de baño, tres habitaciones y varias camas nido donde incubar a sus polluelos”.

01-a Chuaskatrioska-Soviet matryoska
Chuaskatrioska

“Cuando tuve un muestrario con varios especímenes, acordé un pacto con ellos: ya que ellos viven gracias a mí, yo quería vivir de ellos. Para llevar a cabo esta simbiosis, ideé un bestiario donde apareciesen catalogados estos seres y comencé a enviárselo a varias editoriales. Finalmente Jaguar se aventuró a acompañarme con las andanzas de estas criaturas de altos vuelos. Así, en noviembre del 2011, salió del huevo el Zooilógico que con el tiempo fue desapareciendo de las librerías. Por ello, en noviembre de 2015, vio la luz El gran Zooilógico”.

Te recordamos detrás de un puesto en un mercado con alguno de tus seres mitoilógicos, en este zoo-libro, ¿cuántos estaban ya y cuántos han llegado nuevos? “En mayo del 2013 tuve el placer de participar en ‘Se Alquila / Mercado’. El proyecto ‘Se Alquila’ reúne a creadores en espacios en desuso. En su tercera edición abrieron los puestos abandonados del Mercado de la Cebada, en pleno centro de Madrid. Este mercado de abastos no dio abasto con la muchedumbre que visitó durante 3 días las obras de los más de 150 creadores e intérpretes que transformamos la galería comercial en una galería contemporánea”.

02-a Pajarería de Pajarracos
Pajarería de Pajarracos

“En mi caso, convertí el puesto nº 48, la antigua Pollería Marisa, en una Pajarería de Pajarracos, donde se exhibían bastantes de estas criaturas. El puesto llevaba unos 15 años cerrado así que, aparte de desempolvar recuerdos, también tuve que desempolvar su interior. Más que una pollería parecía una madriguera de Pielipelido (Mienudo mielenudo), la criatura más melenuda del Zooilógico, que a su paso va dejando un rastro de pelusas”.

“Por aquel entonces ya estaba a la venta el primer Zooilógico, que contaba con un formato más pequeño (22×22, 5 cm). El gran Zooilógico, haciendo honor a su nombre, es de mayor tamaño (30×21, 5 cm). Aparte de la evidente transformación de dimensiones, para la que tuve que volver a maquetar todo el libro y la nueva imagen de cubierta, su interior también ha cambiado bastante. Incluye 32 páginas nuevas, con diez criaturas insólitas que sustituyen a otras que ya no me convencían. Así que no se trata de un libro nuevo, pero tampoco de una simple reedición del primer bestiario”.

“Recientemente, en la galería Mad is Mad, se han exhibido algunos de los seres mitoilógicos que aparecen en el libro, junto a más de una treintena de nuevas criaturas que estuve estudiando para la ocasión. Estas criaturas ya existían antes del primer bestiario y se siguen y seguirán multiplicando. En el libro aparecen recopiladas una gran parte de ellas, pero el rico hábitat del Zooilógico abarca tanto espacio que no cabría en un bestiario”.

02-b Mad is Mad
Exposición en Mad is Mad

¿Cuánto tiempo de campo lleva crear este zoo tan particular? “Tengo un estudio muy hogareño (trabajo en casa), así que me gusta salir a coger aire bien fresquito para inspirarme. Procuro llevar conmigo una libreta, por si me encuentro por el camino con alguna criatura mitoilógica, poder hacer un apunte rápido de su fisonomía. Después paso a limpio el dibujo y comienzo a observar sus rasgos físicos y particularidades, lo que me sirve para bautizarla, definir sus características y comportamientos, ilógicos sin duda. Por lo tanto, no es un libro de escritos que luego haya ilustrado, más bien lo contrario, es un libro de dibujos de Zooilogía que luego he descrito”.

Cuaderno de campo
Cuaderno de campo

“El primer ejemplar que esbocé data de los años 80. Esta investigación me ha ido acompañado durante toda mi existencia y espero poder vivir rodeado de estas criaturas durante mucho tiempo”.

03-b Origen de las especies mitoilógicas
Origen de las especies mitoilógicas

Respecto a las ilustraciones, ¿sigues con tu estilo rectiforme espiraloide? ¿Hay algo nuevo respecto a trabajos anteriores? “Cada vez soy más rectiforme y con menos manchitas. Ahora trabajo más el volumen y trato de meter menos florituras. En El gran Zooilógico hay algunas criaturas antiguas y otras recientes, así que se puede percibir esta metamorfosis. Hay tres criaturas actuales a las que se les transparenta el interior, el Chupacabras (L. críptido decrepit), la Enervera lechera (Lacteum mortali) y el Cropardo (Mucus pringuis). Creo que cada vez soy más introspectivo”.

Chupacabras
Chupacabras

Cuéntanos con qué técnicas has trabajado. “Procuro no usar mucho el ordenador, solamente cuando es imprescindible que me eche un cable. Suelo realizar la mayoría del proceso a mano (con ayuda del pincel). Para el 90% de las imágenes he utilizado pastillas de acuarela, que suelo mezclar con témpera blanca, rotuladores y tinta china. En las páginas de consejos sobre cómo criar seres mitoilógicos en tu casa también aparecen trozos de papel escaneados. Una vez digitalizadas las imágenes fui montando la maqueta. En este proceso me echaron una mano para no meter la pata. Es un libro en el que estuve omnipresente en toda su creación, ya que lo he ideado, diseñado, escrito, ilustrado y maquetado”.

 

Mesa de trabajo
Mesa de trabajo
Cómo criar a un ser peludo en tu casa
Cómo criar a un ser peludo en tu casa

Al abrir las tapas de este libro y pasar sus páginas, si se escapa alguno de estos seres, ¿a cuál debemos temer más? “Hay varias criaturas que pueden resultar peligrosas, como el Revientalotodo (Quecaracabreo quetienes) que es la mar de agresivo y siempre nada a contracorriente, o la Bereberbenera (Abracadabrus cabestrus) que tiene muy malas pulgas. Hay otros seres con los que también hay que andarse con mucho ojo, como la Enervera lechera (Lacteum mortali) que da muy mala leche o la Mangarriana (Mangalaganga), criatura crujiente muy dura de mollera a la que se le suele ir la pinza”.

Bereberbenera
Bereberbenera
Enervera lechera
Enervera lechera

¿El mejor para tenerlo de mascota? “Hay varios que pueden ser de gran utilidad, como la Rebanajita (Cortex multium) que con sus múltiples pinzas puede abrir cualquier envase (si le das la lata), o el Pipiripiolino (Pipiripipi poporopopo), voz cantante del Zooilógico. Como buen cantamañanas te puede servir de despertador, pues canta al amanecer para que ningún huevo se quede frito”.

Pipiripiolino
Pipiripiolino

“Algunos son muy hogareños y se domestican fácilmente, como el Torcinito de cielo (Volatilix grasum) que su hábitat idóneo es dentro de un frigorífico, o el Sopapo (Pescaíto alajillo) al que le gusta ponerse tierno dentro de una olla. Pero antes de escoger cuál es el ser que mejor se adapta a tu hogar, has de tener en cuenta que su tamaño sea adecuado. Algunos son demasiado grandes para meterlos en una casa normal y otros minúsculos y difíciles de encontrar. A las criaturas mitoilógicas les gusta poder vivir a su aire, migrar y dar alas a su imaginación. El Zooilógico carece de barrotes que amansen a estas fieras”.

Torcinito de cielo
Torcinito de cielo

¿Con cuál de ellos compartes afición? “Soy muy curioso y suelo husmearlo todo cual Tuerzuda (Torxis tuercum), por ello me encanta ponerme en la piel de otros, como al Metamorcillo (Bichejus miltrajeadum). Al igual que al Pajararrico (Pataletus detiqueta), me gusta asistir a banquetes para picotear, y ponerme las botas como un Zoopatero tres ojos (Pantunflo triocularis).

Metamorcillo
Metamorcillo

¿Cómo consigues mantener en pie ese zooilógico con un Engulleletras dentro? “Al Engulleletras (Empacherus delibirs) le encanta hacer sopas de letras y devorar textos, literalmente. Por fortuna es muy comodón y no se mueve de sus hojas, en las que ha ocasionado un gran destrozo y no ha dejado una palabra sin relamer, pues podría liarla muy gorda en las 120 páginas que tiene el bestiario. Es un libro muy sabroso de tomo y lomo, y da el cante hasta de canto. No le servirá de mucho a un biólogo para realizar sus estudios, pero le puede resultar de gran ayuda para calzar su mesa, si es que cojea”.

Engulleletras
Engulleletras

¿Qué posibilidades ofrece el libro a los lectores? “Diversión. El primero que ha disfrutado he sido yo haciéndolo y creo que se nota. Es el libro que quería tener, tanto mi yo de hoy como mi yo de ayer, y es que tengo un niño interior muy exteriorizado. Creo que si un creador goza de su obra es más fácil que luego lo hagan el resto de personas. Lo recomiendo para todos los públicos, de 0 a 100 años. Los más pequeños y los menos jóvenes pueden imaginar más sobre estas criaturas y su hábitat, incluso seguir inventando nuevos seres”.

Almondigón patatero
Almondigón patatero

“La parte didáctica radica en que invita al espectador a curiosear. En mi opinión la enseñanza debería girar en torno a las preguntas y no a las respuestas. Incitar a reflexionar cómo son las cosas y que cada uno saque sus propias tonteorías. Luego, claro está, dar la solución científica, pero no sin antes haber hecho el esfuerzo de imaginar. Además, es ideal para ejercitar los dos hemisferios de cerebro a la vez, al mostrar unos seres surrealistas junto a una descripción pseudocientífica pone a trabajar tanto el izquierdo como el derecho, es como ir al gimnasio de cabeza”.

Güallumbero
Güallumbero