Camilla Engman y ‘Tan Tarde’: “Es un tipo muy diferente de historia para niños. Mucho más poética de lo que estamos acostumbrados”

Camilla Engman y ‘Tan Tarde’: “Es un tipo muy diferente de historia para niños. Mucho más poética de lo que estamos acostumbrados”

Ricardo quiere quedarse despierto hasta tarde, pero su mamá le dice que no, su papá le dice que no y hasta sus abuelos le dicen que no. Desde la ventana de su habitación, ve una luz en la lejanía y él sabe que allí se encuentra “Tan tarde”, el lugar exacto que a él le gustaría conocer: para bailar, para cantar, para disfrutar. Junto a una osa, un gato y un ciervo, recorrerá la gran distancia que lo separa de “Tan tarde” y disfrutará de una velada increíble.  Así nos presenta Adriana Hidalgo Editora este álbum ilustrado, ‘Tan Tarde‘, de su colección Pípala. Detrás de este proyecto que editó en Italia Topipittori, Giovanna Zoboli y Camilla Engman. Con ésta última charlamos hace ya algún tiempo sobre su trabajo en este álbum. Hemos tardado un poco en compartirlo con todos vosotros, pero aquí está, quizás, ‘tan tarde’…

¿Cómo nació este proyecto? “Recibí un correo electrónico de Paolo Canton, de Topipittori, donde me preguntó si estaba interesada en hacer un libro para niños con ellos. ¡Claro que lo estaba! Así que me enviaron el texto”.

¿Qué pensaste la primera vez que leíste la historia? “Desde un punto de vista sueco es un tipo muy diferente de historia para niños. Mucho más poética de lo que estamos acostumbrados. No entendía la historia al completo y al principio esto me preocupó -nos cuenta Camilla Engman-. Pero entonces pensé que sucede lo mismo con mis ilustraciones, no lo entiendo todo, pero aún así tengo un sentimiento de comprensión. Es difícil de explicar, es como entender si no lo intentas, pero tan rápido como lo intentas, lo pierdes”.

¿Qué nos puedes contar de las ilustraciones? “Me llevó bastante tiempo empezar. Era mi primer libro y quería que fuera el mejor libro del mundo. Así que fue un poco intimidatorio. Primero comencé a buscar a los personajes y luego hice un boceto muy tosco de cómo serían las páginas y lo envié a Topipittori. Les gustó, así que continué. Quería hacerlo usando papel y técnica de collage, porque así era como estaba trabajando en ese momento. Así que eso fue lo que hice. Cuando había hecho tres páginas las envié a Topipittori y no le gustaron…”

Así que tuve que empezar de nuevo. Eso siempre es muy difícil, encontrar nuevas energías para arrancar de nuevo. Cambié los medios, y me pasé a la pintura en acrílico.  Estaba muy muy satisfecha con el resultado. Lo envié a Topipittori, ¡y lo odiaban!

No estaba segura si quería continuar, pero después de un tiempo tuve la energía para ello. Lo hice tan simple y rápido como pude, la forma más fácil. Lo envié a Topipittori y pensé: ‘lo tomas o lo dejas’. Les encantó”.

¿Con qué técnica están hechas entonces? “Dibujo, y después escaneo y coloreo en Photoshop”.

Dinos algo sobre el uso del color en este libro… “Me gusta ponerme límites, así que me obligé a usar un número determinado de colores, y esos son los que me permitía usar. Aparte de que esa es mi paleta de colores, creo. Me gustan cálidos y suaves, supongo”.

¿Qué prefieres? ¿Alguien que te defienda, alguien que pueda ver en la noche o alguien que te acompañe? “Espontáneamente siento ganas de contestar que alguien que me defienda. Pero supongo que sería mejor con alguien que me acompañe a largo plazo :-)”

¿Cuándo fue la última vez que dijiste: “Demasiado tarde” … “Por ejemplo cuando le envié un correo electrónico a la traductora que tuve en Abarracan y que estaba embarazada cuando impartí el taller y la conferencia.  Ella debía tener a su bebé sólo unas semanas después de que nos despedimos en el mes de junio y hasta octubre no le estaba preguntando cómo había ido todo. Demasiado tarde. (Ella tuvo una niña y todo salió bien)”.

¿Estás trabajando en un nuevo proyecto ahora? ¿De qué nos puedes contar? “Estoy trabajando con relanzar ‘Studio Morran’. Un lugar donde puedo hacer más de mi parte de ilustración y otras cosas donde puedo usar mis imágenes” -concluye Camilla Engman-.