Anna-Lina Mattar

Una mañana, al hacer limpieza en la cocina, aparece una lata de melocotones en almíbar. Así una nieta, obsesionada por la limpieza y la higiene, obsesionada por escapar de cualquier posible accidente y enfermedad, se pone a pensar en el glotón de su abuelo. A día de hoy el hombre, enfermo de diabetes y hidrocefalia, está atrapado en una residencia. Su nieta, en cambio, se siente atrapada en La Dimensión, un universo paralelo, creado por su mente y que apaga toda su vitalidad.

Esta historia, cruda y honesta al mismo tiempo -nos cuenta la editorial A Buen Paso-, está contada a través de las palabras de Anna Mas Blasco e ilustrada a tres tintas por Anna-Lina Mattar, que en sus imágenes sabe crear contrapuntos precisos a determinados instantes y dar vida a la atmósfera que envuelve la acción. En 2018, ha ganado el IX Concurso Internacional de Álbum Ilustrado de la Biblioteca Insular de Gran Canaria.

¿Cómo nace este proyecto? Anna-Lina Mattar: “A mi no me gusta trabajar sola. Y la manera más fácil de no trabajar sola, siendo ilustradora, es colaborar con un escritor. Mi amiga Anna Mas hacía tiempo que estaba estudiando escritura y yo había leído alguna cosa suya y me gustaba su naturalidad o crudeza a la hora de explicar las cosas. Así que le propuse presentarnos al Concurso Internacional de Álbum Ilustrado de la Biblioteca Insular de Gran Canaria. Y así fué”.

Anna-Lina Mattar

¿Qué encontrarán los lectores en sus páginas? “Almíbar es un libro poco usual. Está a medio camino entre un álbum ilustrado y una novela gráfica, tiene un formato que normalmente se asocia a libros infantiles pero no lo es. Habla sobre la soledad, sobre la vida y la muerte, sobre las consecuencias de nuestros actos,…”. 

¿Qué te pareció la historia de Anna Mas la primera vez que la leíste? “He de decir que la idea o el tema lo desarrollamos las dos juntas -nos cuenta Anna-Lina Mattar-. Estuvimos mucho tiempo pensando en qué queríamos explicar y cómo. Pero la verdad es que me sorprendió, porque no era para nada lo que me esperaba. Se había convertido en otra cosa totalmente diferente. Y al principio me costó ilustrar este texto, porque es muy intimista y casi no hay acción”.

Anna-Lina Mattar

¿Qué dirías que tienen de característico tus ilustraciones para este proyecto? “En este proyecto he trabajado en digital y a tres tintas. Mi trabajo, en líneas generales, no es especialmente colorido, pero tratándose de un álbum pensé que tenía que ponerle color. Y la verdad es que me gusta el contraste entre el texto, triste e íntimo, y los tres colores, casi primarios y brillantes. Todo el libro tiene una gradación de más claro al principio, cuando hablamos de la vida de la nieta, a más oscuro al final, cuando hablamos del abuelo. Pero a la vez, los colores son siempre los mismos de manera que se unen las vidas de los dos personajes y sus miedos, el miedo a vivir y el miedo a morir, que al fin y al cabo, son lo mismo”.

¿Con qué técnicas trabajaste? “Digital, con photoshop y tableta gráfica”.

Háblanos un poco del proceso de elaboración de este libro. “Primero hablamos con Anna Mas de qué queríamos contar y cómo. Y luego cada una hizo su parte, ella el texto primero, y yo las ilustraciones después. Hubo algo de feedback e intromisión en la parte de la otra. Imprimimos una maqueta, la mandamos al concurso, lo ganamos, y luego vino el curro de verdad -nos relata Anna-Lina Mattar-. Anna Mas tuvo que cambiar muchísimas cosas del texto. Mis imágenes estaban pensadas en CMYK, y tuve que separar las tres tintas (jajaja, alegría). Pero el resultado final lo vale”.

Nos gustaría que nos hablaras de dos cosas que nos han llamado bastante la atención, por un lado la encuadernación del libro, y por otro la disposición y el modo de reflejar el texto en las páginas del libro. “Sólo voy a decir una cosa: ¡Isidro Ferrer es un genio! La maqueta que nosotras mandamos al concurso tenía poco que ver con el resultado final. Toda la estética del libro tenía que ser algo diferente, tener algún rasgo que lo diferencie de los demás, porque lo que hay dentro tampoco es una cosa muy habitual: un álbum ilustrado para adultos”.

¿Qué dirías que has aprendido con este proyecto? “Creo que más que el hacer el libro, porque eso ya lo había hecho antes, he aprendido qué es la promoción; hablar en público, contestar entrevistas. Hablar de mi trabajo en general”. 

¿En qué estás trabajando ahora? ¿Algún proyecto nuevo? “Tengo algunos proyectos en mi lista divertimentos por acabar:

  • Un cómic sobre el proceso de reinserción de las FARC, junto a la antropóloga Gala Rocabert.
  • Una serie de fanzines sobre recuerdos de segunda mano, llámale un proyecto de memoria histórica, en el que hablo con amigos sobre sus abuelos y qué cosas les gustaba contar. Con Martí Vallés, historiador, y Mireia Cucala, documentalista audiovisual.
  • Un proyecto sobre curiosidades urbanísticas de Barcelona, con mi hermano y arquitecto, Carlo Ben Mattar.
  • Un cómic, con Anna Mas, la escritora de Álmibar, sobre haber nacido en un pueblo, vivir durante mucho tiempo en la gran ciudad, y tener que volver. Bueno, va de más cosas, el aburrimiento, la autoexigencia, el miedo a estar sólo,…
  • Y no olvidemos Espai Brut, un taller de grabado y ilustración que llevo desde hace dos años con mis compañeras, Ina Hristova, Rat Mas y Kenia Rodríguez.

“Pero trabajar, trabajar, lo que se entiende por trabajar, con sueldo, cotización a la Seguridad Social, y todo eso, trabajo de auxiliar de bibliotecas en Barcelona”.

Para conocer más sobre el trabajo de Anna-Lina puedes consultar su web.