Ángel Domingo y Jacobo Muñiz nos invitan a “Descubrir Madrid”: “No busca describir ni enumerar datos, no es el espíritu del libro, sino lograr capturar atmósferas, provocar sensaciones”

Ángel Domingo y Jacobo Muñiz nos invitan a “Descubrir Madrid”: “No busca describir ni enumerar datos, no es el espíritu del libro, sino lograr capturar atmósferas, provocar sensaciones”

“En Madrid nadie pregunta de dónde vienes. Poco importa cuando ya estás en una urbe tan abierta como su cielo fugado de los lienzos del Museo del Prado. ¿Un Madrid? Hay tantos como personas lo habitan. Cada uno construye el suyo. Esta villa, sin título de ciudad, cambia de piel en cada barrio, en cada esquina. Rockera en Malasaña, popular en Lavapiés, cosmopolita en Gran Vía, señorial en Salamanca, financiera en Castellana”.

Las palabras de Ángel Domingo y las ilustraciones de Jacobo Muñiz nos guían en una apasionante y entretenido camino, que es el que ambos han trazado en “Descubrir Madrid”, editado por Edicions Hipòtesi. Un álbum ilustrado, un libro, una guía que nos descubre o nos redescubre los rincones más característicos de la capital. Un viaje a través de los ojos de estos dos autores.

¿Cómo surgió este proyecto?

Ángel Domingo: “De manera inesperada y, por tanto, emocionante. Llegué en mitad de una conversación en la Feria de Bolonia y María Dolors, editora de Hipòtesi, me preguntó sobre qué ciudad me gustaría escribir. Inocentemente respondí que Buenos Aires, donde pasé un tiempo. Me pidió que eligiera otra más cercana. Y la respuesta fue obvia…”

¿Por qué Madrid?

Ángel: “Forma parte de la colección ‘Descubrir ciudades’, de Edicions Hipótesi. Con Barcelona, donde está su sede, la editorial inició una serie de guías ilustradas. Después de la ciudad condal, tenían claro cuál debía ser el siguiente destino”.

¿Cómo fue el proceso de elaboración de este libro? ¿Os recorristéis Madrid juntos? ¿Por separado? ¿Habéis compartido algunos de los espacios que se describen en el libro?

Jacobo Muñiz: “Conocía Madrid más bien como viajero en tránsito o por breves visitas que realicé en el pasado. La visión general que tenía de la ciudad partía de esas experiencias. Pero el texto de Ángel me aportó elementos nuevos que ampliaron mi percepción de la capital. Me llevó de paseo por su Madrid particular y me mostró aspectos que desconocía por completo”.

Ángel: “Me habría encantado pasear con Jacobo por sus calles. Habría disfrutado mucho. No pudimos materializarlo hasta el mismo día de la presentación en La Central. La realidad siempre es menos romántica. Cada uno desde su casa, la primera fase fue elaborar un enorme listado de lugares y rincones de la capital. El número de páginas es limitado, así que vino la parte dolorosa de cribar. Esto resulta traumático cuando uno carece del don de la concisión, como puedes comprobar”.

“Consensuadamente con la editora, nos quedamos con aquellos lugares obligados, de referencia, combinados con nuestros favoritos (como las azoteas)… Por ejemplo, Dolors está enamorada de los frescos de Goya en San Antonio de la Florida y a mí me embriagan los aromas de los cafés, como El Gijón. A continuación, paginamos e intentamos dar cierta coherencia a la estructura como esqueleto previo a vestirle de músculo, terminaciones nerviosas y piel con la escritura”.

“Entendiendo que el libro está enmarcado en una colección, intenté darle un aire personal. No busca describir ni enumerar datos, no es el espíritu del libro, sino lograr capturar atmósferas, provocar sensaciones. Revivir escenarios a quienes ya los conocen y animar a descubrirlos personalmente a quienes nunca los pisaron”.

“En esto hemos coincidido Jacobo y yo, así como en mostrar que Madrid es una ciudad muy viva más allá de la monumentalidad. Son sus calles y gentes los verdaderos protagonistas, quienes le dan alma al armazón. Por ese motivo, entramos en los edificios, no nos quedamos con la fachada, y damos protagonismo a las personas, además de homenajear a la cultura tradicional (verbenas, por ejemplo), pop (Movida, Almodóvar, Álex de la Iglesia, neones…), literaria, escultórica, arquitectónica… Sedimentos que construyen las ciudades y que muchas veces echo de menos en este tipo de publicaciones”.

¿Cual es vuestro rincón favorito de Madrid?

Jacobo: “Aunque resulte extraño, no me siento cómodo en Madrid como espacio físico. Como casi todas las ciudades grandes, pienso que sobrepasa en exceso la escala humana. Me resulta apabullante. Su atractivo lo encontré siempre en las personas que la habitan. A raíz de este trabajo algunas se prestaron a aparecer en las ilustraciones. Tal vez suene cursi, pero podría decir que mi rincón favorito de Madrid son ellas”.

Ángel: “Ufffff… Demasiados. Hay rincones que ocupan un hueco especial por su belleza, otros por lo vivido, las personas con las que lo compartiste… Por encima de todo, aunque parezca una respuesta de copla, sus gentes. Ahora mismo me vienen a la cabeza sus estaciones y el aeropuerto. No por su importancia arquitectónica, que también, sino porque son mi puerta de entrada a Madrid y porque también me han servido de lanzadera a otras aventuras. Abren a ilusiones y decepciones, a la vida. De ahí que, en mi cabeza, Madrid tenga algo de puerto seco, de destino”.

El libro invita a “Descubrir Madrid”. Al escribirlo, entiendo que ya lo descubriste, pero, al realizar el libro, ¿descubriste algo más?

Ángel: “Supuso una reflexión sobre Madrid. Me obligó a plantearme el porqué de mi amor por la capital. También me impulsó a recordar un montón de momentos vitales”.

¿Qué dirías que tienen de característico las ilustraciones para este libro? ¿Están en la línea de otros trabajos o son diferentes?

Jacobo: “Cuando surgió la ocasión de ilustrar el texto de Ángel enseguida tuve claro que no quería ceñirme a un simple catálogo de edificios o espacios de Madrid. Las guías turísticas suelen consistir en una enumeración de lugares que pueden resultarle atractivos al visitante, con bonitas fotos de edificios, plazas y demás. Aunque este libro no sea una guía al uso, quise desmarcarme del género y situar las escenas al nivel del peatón, de ahí que haya dado casi más importancia al papel de la gente en acción que al que desempeñan los espacios. La arquitectura y el diseño urbano desempeñan en el libro una función similar a la de la vida real: se convierten en el escenario sobre el que las personas desarrollan su vida cotidiana”.

¿Con qué técnica están realizadas?

Jacobo: Son dibujos digitales.

¿Qué opinas de las ilustraciones de Jacobo para este libro?

Ángel: “Han chafado el libro… En serio, le han dado vida. Trabajas con el texto, ves a través de las palabras y recibir esa otra mirada es algo prodigioso. Cada vez que Jacobo enviaba una nueva ilustración, alucinaba”.

“Ilustraciones y texto han alcanzado un grado de complicidad muy alto. Jacobo trabajó ya con el manuscrito pero aportó infinitos matices y enfoques. Sintoniza con la idea que tenía. Compartimos el interés por una ciudad viva, llena de personas… Situar el objetivo en la acera, en la piel de los peatones. Tal vez porque ambos lo somos. Su trabajo está empapado de frescura, originalidad… Me encantan sus trucos visuales para que todo quepa en plano. Por ejemplo, cómo se inventa el reflejo en un cristal para mostrar ambos extremos de la plaza de Oriente”.

“Existen muchas guías de ciudades. Es complicadísimo no repetirse. Se saca de la manga composiciones que aportan otro punto de vista. Prácticamente nos pone en escena, como si nos colásemos en un momento real. Nos invita a entrar en cuadro. La combinación de técnicas, aunque se limite a resumirlas en el cajón desastre de ‘digital’, es espectacular. Incluso ha colado dibujos de sus hijos… Ya verá él cómo se reparten derechos. En resumen, sus ilustraciones están vivas y nos hacen vivir”.

¿Quién escogió los personajes famosos que aparecen en el libro?

Ángel: “Los cameos son una idea genial de Jacobo. Algún nombre ilustre aparecía en el texto porque no sólo los edificios forman parte de la ciudad, pero el colarlos así es una fantástica ocurrencia de Jacobo. Es más, contactó con ellos personalmente para pedirles permiso. No hay robados”.

Además de los rostros conocidos, aparecen muchos rostros desconocidos, ¿o no lo son tanto para vosotros?

Jacobo: “En mi caso, son todos desconocidos. Un día se me ocurrió pedirle a los visitantes de mi blog que vivieran en Madrid o lo hubiesen visitado que me enviaran su foto para colaborar en el proyecto. Respondieron poquitas personas, pero todas encantadoras. Como decía antes, ellas son mi rincón favorito de Madrid”.

Ángel: “Perdona que me cuele. Cuando vi esta iniciativa de Jacobo, la compartí con amigos. Muchos de ellos participaron encantados y otros, por limitaciones, se quedaron fuera. Así que resulta muy especial pasear por las páginas y encontrarlos”.