Las siguientes líneas están dedicadas a uno de los primeros títulos de una nueva aventura editorial, que se esconde tras el nombre de “El Verano del Cohete”. Ana Sender ilustra “Los Turistas”, una historia de Rui Díaz que conocemos más a fondo gracias a Ana.
“Los editores de El Verano del Cohete conocían mi trabajo a través de internet. Se pusieron en contacto conmigo y me propusieron ilustrar la novela de Rui Díaz Correia, que además sería el primer título que publicaban. Solo con leer el nombre de la editorial ya casi me tenían conquistada (justo en ese momento estaba releyendo las crónicas marcianas, uno de mis libros favoritos, de donde toman el nombre). Después leí el texto y lo tuve claro, es el tipo de historia que me gusta tanto leer como dibujar”.
“Se trata de una novela de aires góticos. Trata sobre un orfanato, aislado en la nieve, donde los adultos van desapareciendo poco a poco…está llena de enigmas y hechos insólitos que te mantienen en vilo hasta el final”.
“El tema de la historia me permitió moverme mucho en mi terreno, o sea el del misterio y la imaginación. Intenté reproducir un ambiente de ensoñación, de inquietud, como envuelto de una neblina de irrealidad. Quería transmitir miedo pero también crear un mundo en el que el lector quisiera adentrarse. También he intentado dar a las imágenes un tratamiento algo infantil y cuidar mucho los detalles”.
“En resumen, está muy en la linea de mis otros trabajos, quizás la única diferencia es que normalmente dibujo más temas relacionados con la naturaleza y lo salvaje pero la esencia es la misma”.
“Están hechas a grafito, es una de las técnicas con las que más cómoda me siento, me permite recrearme en el tratamiento del detalle y la iluminación, elementos ambos muy importantes para dar dramatismo a las imágenes. Creo que era la manera que me resultaba más natural para trabajar una historia con estas características”.
¿Cómo fue el proceso de elaboración del libro? “Pues una vez leído y releído el texto me documenté para meterme mucho en el ambiente, desde imágenes hasta música. Esto es una parte habitual de mi proceso de trabajo: me sumerjo mucho y después intento olvidarme un poco, dejar que se asiente y empezar a dibujar”.
“A la hora de desarrollar el proyecto prefiero ser bastante directa y mantener la frescura de los primeros bocetos: creo que pasar por muchas fases desde el primer boceto hasta la ilustración final puede hacer que se pierda la fuerza de ese primer impulso, por lo menos en mi caso. Como podéis ver en la imagen las ilustraciones finales no se alejan mucho de las primeras ideas”.
¿Qué opinas de iniciativas de edición como la de “El verano del cohete”? “Creo que es necesario que surjan editoriales que apuesten por autores no consagrados, cosa que se da muy poco en este país. También es cierto que últimamente están apareciendo muchas editoriales nuevas y muy especializadas y me parece maravilloso siempre y cuando se tomen a los autores en serio; me he encontrado casos en los que alguien decide montar una editorial sin tener en cuenta lo que eso conlleva y pretenden que los autores trabajen prácticamente gratis”.
“En el caso de El Verano del Cohete, hacen un trabajo que les apasiona y eso se nota. Los editores son también escritores e ilustradores, lo que hace que entiendan muy bien todos los puntos de vista de la creación de un libro. Publican los libros que les gustaría encontrar y cuidan hasta el último detalle. Sus libros son preciosos por su contenido y también como objetos. Me parece muy interesante también que recuperen el formato de novela ilustrada para adultos, algo que se ha ido perdiendo paulatinamente”.
¿Estás trabajando en algún nuevo proyecto? “Ahora mismo continúo colaborando con “La Casita de Wendy” como diseñadora de estampados. Estoy preparando un álbum infantil ilustrado y escrito a cuatro manos con Jordi Solano. También estoy buscando editorial para “La Visitante” un álbum infantil con texto de Silvia Serrano. Y tengo entre manos un proyecto muy personal sobre bosques y otro sobre sueños”.