Adolfo Serra y “La piel extensa”: “El poeta juega con las palabras, genera múltiples imágenes, abre puertas y ventanas en la mente del lector. Creo que el ilustrador debe hacer lo mismo, pero utilizando las imágenes como herramienta”

Adolfo Serra y “La piel extensa”: “El poeta juega con las palabras, genera múltiples imágenes, abre puertas y ventanas en la mente del lector. Creo que el ilustrador debe hacer lo mismo, pero utilizando las imágenes como herramienta”

“La piel extensa” reúne 55 poemas en siete apartados temáticos que condensan el espíritu de la obra de Pablo Neruda, sus diversas épocas estilísticas y los temas que le preocupaban. Son los titulados “El amor”, “La poesía”, “El mar”, “El tiempo”, “Un espacio para los sentidos”, “La naturaleza en vuelo” y “Al final unas preguntas”. La presente antología ha sido preparada por los poetas Gerardo Beltrán y Abel Murcia, conocidos en el ámbito de la poesía en español por ser los traductores de referencia de la premio Nóbel Wislawa Szymborska y otros poetas polacos contemporáneos.

Las ilustraciones son obra de Adolfo Serra, que “retrata a la perfección el torrente entusiasta y colorista que son los versos del poeta chileno”, asegura la editorial Edelvives, que edita este magnífico libro. Nosotros hemos acudido a su ilustrador, Adolfo Serra, para que nos contara un poco más sobre sus ilustraciones para este libro.

“Edelvives me contactó para ofrecerme el proyecto -nos cuenta Adolfo-. Sabían las ganas que tenía de ilustrar poesía y querían que me dejase llevar por la parte más poética de mi trabajo, los juegos visuales, las metáforas, sin renunciar a lo estético”.

“Ha sido un reto y un regalo. Reconozco que al principio sentí un poco de vértigo, era la primera vez que ilustraba poesía y encima Pablo Neruda. También dentro de una colección como Adarga de Edelvives, que está llena de autores reconocidos y que han ilustrado grandes ilustradores a los que sigo y admiro”.

“Lo bueno es que desde la editorial me dieron libertad total, confiado plenamente en mi trabajo. La relación con los editores ha sido muy fluida y me han aportado otros puntos de vista, ideas, sugerencias o documentación. Todo eso se nota y soy consciente de que ha beneficiado al libro y a las ilustraciones”.

¿Ha sido tu primer contacto con Neruda, o ya lo habías leído antes? “Ya conocía su obra, pero a partir de este encargo me centré en investigar a la persona. Sus relaciones, su vida, su exilio, los lugares donde vivió, su casa de Isla Negra, sus colecciones de cochas o los mascarones de proa. Me pasé mucho tiempo dibujando y escuchando a Neruda recitar sus propios versos. También viendo documentales sobre su vida o leyendo algunas de sus obras. Desde luego esto no es imprescindible a la hora de ilustrar, siempre hay una parte intuitiva, libre, pero es cierto que documentarse aporta algo más a la ilustración. Por ejemplo todos los insectos que aparecen en el libro son propios de Chile, la mayoría de las aves que aparecen en el libro son aquellas de las que Neruda hablaba en su “Arte de Pájaros”, y las formas y siluetas de peces son originarios del océano Pacifico”.

¿Cómo definirías las ilustraciones? ¿Qué buscabas con ellas? “El poeta juega con las palabras, genera múltiples imágenes, abre puertas y ventanas en la mente del lector. Creo que el ilustrador debe hacer lo mismo, pero utilizando las imágenes como herramienta”.

“Neruda es un poeta muy visual, puedes sentir sus palabras. Es capaz de hablar de lo cotidiano y darle la vuelta hasta encontrar asociaciones nuevas y sorprendentes. Para mí no tenía sentido volver a decir exactamente lo mismo, pero sí quería participar de ese juego, dándole la vuelta a las cosas, buscando lo oculto en sus palabras y generando otras metáforas”.

¿Cómo ha sido su distribución y maquetación entre los versos? “Esto es algo muy importante. A veces los ilustradores concebimos imágenes aisladas. Pero las imágenes viven en un libro, se relacionan directamente con el texto o con la estructura de un poema. Creo que también hay que pensar en el lector y en las sensaciones que generan esas composiciones al pasar las páginas. La maquetación, la composición y la distribución de las ilustraciones también comunican o refuerzan el mensaje o la idea. Desde el principio los editores y yo tuvimos claro que había que conseguir movimiento a lo largo del libro. Neruda es un torrente de emociones y por lo tanto también la ilustración debe seguir este camino. Existe el caos en la voz de Neruda, los cambios, pero también el orden, la calma. Mi obsesión era traducir esta idea no solo en las ilustraciones sino en la composición total del libro”.

¿Con qué técnica están hechas? “Primero trabajo a mano, ya sea con tinta, lápiz, collage, óleo… para captar el gesto, la mancha, lo humano. Algo que enlaza directamente con el carácter de Neruda. Pero también he empleado lo digital, especialmente para poder captar ese gesto: trabajando en formatos grandes, manchando sin pensar, generando texturas para digitalizarlo después y combinarlo con la ilustración manual”.

¿Qué poema o qué versos te han marcado más a la hora de ilustrarlos? “Hay poemas que son tan conocidos que temes meter la pata al ilustrarlos. Poco a poco te das cuenta que tus ilustraciones son una interpretación más del texto, la tuya propia. Eso da tranquilidad y libertad. Algunos poemas los veía inmediatamente, otros tuve que dar más vueltas. Me gustan los versos de “La rama robada”, porque fue de los primeros poemas que ilustré y que me marcaron el camino a seguir”.

¿Lo más difícil del proyecto? “Poner imágenes a las palabras de Neruda. Es difícil competir con las imágenes que ya genera el poeta. También es difícil seguir un ritmo e intentar que todas las ilustraciones que componen el libro tengan gran fuerza visual. Una vez que empiezas a jugar con metáforas no puedes abandonar ese camino, no tendría sentido. Pensé mucho cada una de las imágenes de este libro. También es un reto ver cómo otros ilustradores geniales han interpretado a Neruda, Isidro Ferrer en ‘El libro de las Preguntas’ o Elena Odriozola en ‘Oda a una estrella’”.

¿En qué estás trabajando ahora? “Tengo varios proyectos entre manos, algunos infantiles y otros más adultos. Ahora mismo estoy liado con un proyecto que me va a permitir experimentar con otros materiales. También estoy empezando a colaborar con otros países donde hay otras normas, otras formas de contar, otra forma de entender el mercado. Es emocionante poder seguir aprendiendo con cada nuevo proyecto”.

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